Tarde se aprende lo sencillo (ó Cuando Fuimos los Mejores)

Tarde se aprende lo sencillo.

Pensé algún día que quien vive un sólo instante, nunca

puede morir.

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José Hierro.

Tarde se aprende lo sencillo.

Tarde se aprende lo sencillo. Pronto se hace tarde. Aunque realmente fuera pronto cuando lo aprendimos. Rápido se hace pronto, tarde parece que queda.

Desde el primer momento aprendimos lo importante, lo sencillo. Disfrutar del camino. Cada etapa es una parte de la meta. Aprendimos a soñar, a disfrutar, a reír. A vivir juntos y pasar por lo bueno y lo malo. A sufrir, a querer, a emocionarnos. A que lo realmente importante es aquello que tenemos a nuestro lado, a lo que es más parte de nuestra vida que nosotros mismos.

Ahora por fin llegó el momento. En apenas dos horas estaremos juntos en el aeropuerto. Atrás queda un año en el que hemos aprendido muchas cosas. Pero sobre todo, en el que hemos tenido la enorme suerte de disfrutar muchísimo haciendo lo que más nos gusta.

Lejos quedan ya miles de kilómetros. Noches frías de invierno, tardes calurosas de verano. Caminos de lluvia, de sol, de cansancio y de alegría.

Además hemos tenido la suerte de poder compartirlo, de vivirlo juntos.

Pronto todo esto quedará en eso que llamamos pasado, pero la aventura, con sus alegrías y sufrimientos será ya parte de nuestra vida, de nuestro carácter.

Desde pequeño soñaba con ser maratoniano. Aún queda la graduación, pero ya me siento maratoniano. Estoy muy orgulloso. Y muy feliz.

El domingo la meta en el estadio olímpico nos espera.

Varios años después, muchos sueños y miles de kilómetros atrás.

Gracias a todos por vuestro apoyo. Por escucharnos y acompañarnos. Y sobre todo gracias a ti Cris, porque tu apoyo, tu espera, tu paciencia y tu ilusión por compartir este sueño es lo que ha hecho llegar hasta aquí.

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Llegamos al momento decisivo. Al momento en el que realidad y sueño deben de entremezclarse y vivir juntos. Quizás eso ya ocurrió hace mucho tiempo. Quizás eso será así siempre. Tarde se aprende lo sencillo.