lunes, 31 de agosto de 2009

Once


Pajares de Adaja, Ávila.
Leica M, Ilford FP-4 plus


Once. El verano apura su tiempo. Caluroso. Muy caluroso verano el de este año. Al principio de la programación teníamos algo de miedo a tener que concentrar las salidas con estas temperaturas, pero al final todo ha ido muy bien. Agosto apura sus últimas horas. Nuestras vacaciones esperan a la vuelta de la esquina después de hacer de guardianes de la ciudad desierta durante todo el verano. Pajares comienza a respirar ambiente de fiestas. Madrid comienza a recuperar su pulso. Septiembre y la vuelta al cole asoman en el calendario. Nosotros pensamos ya en maletas y huidas. En fiestas y verbenas. En perdernos. O en encontrarnos junto al mar. El camino hacia Atenas continúa. Semana once cumplida. Del 24 al 30 de Agosto.

Desde hace tiempo tenía esta semana marcada con una cruz. Después de fines de semana liados, Londres incluido, y la carrera de Segovia, esta semana se presentaba como el objetivo perfecto para continuar la preparación a "raja-tabla" y completar kilómetros semanales por encima de los sesenta.

Tan marcada estaba la semana que las dos mejores salidas hasta el momento se han juntado en estos días. El miércoles, en la Casa de Campo, más que correr era volar durante 75 minutos. Buen ritmo, buenas piernas. Mejor forma para acabar entero. El otro día: ayer. 95 minutos por caminos en Pajares. Desde Pajares, a Blascosancho, a Adanero para terminar volviendo al pueblo y de propina subir y bajar a la Cruz del Cerro. Que manera de subir y bajar. Que manera de disfrutar esprintando la subida de vuelta a la Ermita. Hoy las piernas duelen. Duele todo el cuerpo. Pero vaya si mereció la pena.

Pajares de Adaja es un pequeño pueblo castellano situado en plena Meseta, en la provincia de la Avila nuestra, limitando con Segovia. Moraña se llama aquí a esta zona. Tierra de pinares, girasoles y campos de cereal. Un pueblo sin nada, pero con casi todo. El sitio que todos desde pequeños nos hemos empeñado en no abandonar. Sobre todo en verano. Cuando las vacaciones y la vida adquieren otros ritmos y rutinas. Este fin de semana comienzan las fiestas. Como aperitivo ya comenzó el ambiente. Mientras jugábamos al frontón (no se cuando se irán estas agujetas…) los pequeños pintaban con acuarelas. El pueblo no tiene casi nada. Los niños saben ver todo. El río, los girasoles, los pinares, los caminos presididos por la Cruz del Cerro, la plaza de tantas horas de juegos. El caño, la iglesia que a la vez hace de frontón. El campo de fútbol, la ermita, las ovejas. Sus bicicletas. El verano. El pueblo, que al igual que a nosotros, ya siempre les acompañará.

Entre medias un par de partidos de frontón el sábado. El campeonato de todos los años. Pero los pequeños ya no son tan pequeños, nosotros un poquito más mayores, y de momento no vamos a hacernos con ellos.

Por lo demás, 60 minutos de carrera alrededor del río el viernes, y antes, en Madrid, otra horita el lunes por el Retiro. Pequeñas y grandes novedades. Las series nunca han ido conmigo. Las dejo en el cajón de los olvidos. Vuelvo a quedarme con lo mío, con mis cambios de ritmos y mis cuestas.

La semana termina redonda. Atenas un poquito más cerca. Ya pasó la semana once. Aún quedan diez.

viernes, 28 de agosto de 2009

Doce

Estadio Panathinaiko, Juegos Olímpicos 1896

Abebe Bikila, Maratón de Roma, 1960

George Mallory y Andrew Irvine, Everest, 1924


¿Por qué subir montañas? Porque están ahí.
Lionel Terray
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Doce. Del 17 al 23 de Agosto. Semana de carrera. La primera específica dentro de la preparación para Atenas.

Correr, como tantas otras cosas, llegó casi por casualidad. Quizás debido a la hiperactividad que de niño me llevaba a apuntarme a todo. A pesar de una lista de actividades repleta y los entrenamientos con el equipo de fútbol y de balonmano, enseguida me picó la curiosidad y decidí apuntarme a atletismo. Alguna forma habría de coordinarlo todo. Juegos escolares y carreras en pista durante unos uno años. De ahí, el paso al campo a través fue más natural. La distancia más larga y dejar aparte la monotonía de la pista me iba mucho mejor. Los años iban pasando, y ya sólo podía compaginar fútbol y atletismo. Siempre con salidas a la montaña. En fútbol daba para defender de titular el lateral izquierdo, uno más en el equipo. Mientras en atletismo siempre tenía algo más de protagonismo. Buenos puestos y algunas victorias en los campeonatos locales y provinciales de Ávila. De ahí a participar en los campeonatos de Castilla y León varios años consecutivos. El gusanillo de las carreras ya me había picado. Aunque mejor dicho, el gusanillo de salir a correr. Disfrutaba corriendo, no compitiendo. La competición no era más que una excusa.

De alguna forma que no recuerdo, comencé a meterme en el mundo de las carreras populares. Justo lo que yo buscaba. Seguramente porque eso era lo que de verdad me gustaba, correr por correr. Un montón de gente sin otro ánimo que correr, olvidando la competición, aunque a veces la clasificación de juveniles fuera más asequible. Las carreras de 10 o menos kilómetros enseguida llevaron al reto de completar una media maratón. Correr ya era una parte de mi vida. Las medias se iban sucediendo, y cada dos por tres tocaba viaje a Madrid. Me encantaban las carreras tan populosas.

Durante la universidad las carreras populares terminando por desaparecer. Luego la oposición. Correr quedó reducido a una actividad totalmente ociosa. Correr por correr. Por desestresarme, por mantenerme en forma. Entre medias sólo una San Silvestre Vallecana y a menudo parones con las rodillas maltrechas.

Nada más aprobar Javi volvió a picarme. “Tenemos que correr la Media Maratón de Ávila”. Muy poco tiempo de preparación y allí estábamos sufriendo de nuevo. Sufriendo y disfrutando. Esos antónimos que a menudo suelen ir tan unidos en esta afición. Poco a poco volvía a sentirme corredor.

Uno, desde niño, siempre tiene sueños. Alguna meta en el horizonte, algún sueño que cumplir. En mi caso, desde pequeño, siempre he soñado con correr un Maratón. Una Maratón, y un viaje al Himalaya. Por razones técnicas la maratón siempre ha estado más cerca. Y ahora al fin ha llegado el momento, después de tantos años.

Una conversación a finales del verano pasado, descartando la maratón de NY, que siempre estaba en nuestra cabeza, y poco a poco el plan adquirió forma. Destino Atenas. La mítica Maratón, la auténtica, con tiempo suficiente para prepararlo con garantías. Toda una aventura pasando por un viaje a Olimpia, a Delfos, a Atenas y las islas griegas. Insuperable. El nacimiento del blog. Las primeras salidas a correr. Las primeras carreras. El resto de la historia ya lo sabéis. Cada vez disfruto más de todo esto. De este sueño en equipo.

De momento ya estamos a doce semanas del objetivo. Semana 12. Marcada por la primera carrera específica. 12,3 kilómetros por caminos en Torrecaballeros, Segovia. IV Carrera del Esquileo. El martes 62 minutos por el Retiro. Miércoles vuelta al parque: 25´+ 25´de cambios de ritmo + 15´. Viernes 30´y estiramientos al anochecer en los caminos de Pajares, y el sábado a sufrir y disfrutar (siempre la misma antagonía) por los duros caminos cercanos a Segovia para terminar en 57´35´´. Objetivo cumplido. Un paso más. Marathon y Atenas pasaban también por los caminos de Segovia. Lección aprendida. Debemos de aprender a controlar la carrera y no que sea la carrera la que nos controla a nosotros. Comenzamos a preparar más en serio aspectos como la concentración y la mentalidad. Empezamos a trabajar sobre ello. ¿Por qué subir montañas? ¿Por qué correr un maratón? Quizás sólo por eso. Porque están ahí. Ya pasó la semana doce. Aún quedan once.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Trece



Trece. Del diez al dieciséis de Agosto, al día en que todo empezó, al día en que celebramos que no estábamos perdidos, que había mucho más que una noche de verbena, que había mucho más que el día más especial. Trece. Semana de viajes, de celebraciones, de turismo. O de paseos sin brújula. Por orden. Semana de celebraciones, que ya son trece años, que ya es un año, que hay mucho por lo que brindar. Semana de viaje. De Madrid a Londres. Semana de tres días nada más, que hay muchas cosas importantes, y el tiempo siempre es escaso. Martes 62 minutitos por el centro de la ciudad desierta. Recoletos y Paseo del Prado hasta Atocha. Lavapiés, o algún punto en el mapa. Puerta de Atocha y Plaza de Oriente. Vísperas de la verbena de la paloma. Chotis junto al templo de Debob y parque del Oeste. Jueves de maleta, pero antes 95 minutos para descubrir pinares en la Casa de Campo. Londres. Aviones de papel, autobuses rojos y la ciudad en calma a la luz de las velas desde las alturas. El fin de semana alrededor del que todo gira desde que empezó “Todo lo Bueno”, desde antes de bailar en aquella verbena de una noche de verano, desde la vie en rose de un dieciséis de Agosto de 2008. De propina 50 minutitos de domingo por la orilla del Támesis. Semana tranquila. Correr no era lo más importante, pero no descuidamos Atenas y sus esfuerzos. El calendario sigue presuroso hacia adelante. Ya pasó la semana trece. Y la doce, pero no me ha dado tiempo a actualizarme. Aún quedan doce.


Seguimos descorchando botellas de Cabernet Sauvignon, surcando ríos de recuerdos y felicidades vividas. Gracias por enseñarme que no es tan difícil bailar sobre la luna con los bolsillos llenos de estrellas.

lunes, 24 de agosto de 2009

Perito en Lunas


Subterfugios de luz, lagartos, lista,
encima de la palma que la crea,
invención de colores a la vista,
si transitoria, del azul, pirea.
A la gloria mayor del polvorista,
rectas la caña, círculos planea:
todo un curso fugaz de geometría,

principio de su fin, vedado al día.

- Miguel Hernández, Perito en Lunas -
Octava VI, Cohetes.


Todo un curso fugaz de geometría. Un enorme sol redondo en lo más alto. Aún demasiado alto. Calor plomizo. Un circuito en círculo, pero con una ida y otra vuelta. Siempre por cañadas y caminos. Un rectángulo a lo lejos en el horizonte dónde se esconde la ciudad de Segovia, con su catedral apuntando al cielo. Todo plano, como el paisaje mesetario que surcamos a modo de veleros contra el viento. Plano y vertical. Plano el paisaje. Vertical el camino, con sus bajadas y sus enormes subidas. Sus muros dónde escalamos sin cuerda pero en cordada siempre juntos. Valientes espartanos. Valientes animadoras. Se multiplican. 2x2. 2x2. 2x2. Siempre tendiendo a infinito. En todas partes. Nada se agradece más que su presencia y sus ánimos. No hay gracias suficientes. Y cuadrados. Cuadrados como la forma de nuestras cabezas. Cabezones, siempre empeñados en salir a apagar un fuego. Fuera ritmos, fuera concentración. Cuadradas cabezas que nos hacen seguir y seguir. Que siempre hay que sufrir. Y seguimos aprendiendo y disfrutando. Guardando esfuerzos y cuestas camino a una Atenas que se desangra entre llamas, entre nuestro todavía desconocimiento. Lecciones de cerca y lejos. Aquí el paisaje no es negro. Es amarillo de finales de agosto. Pajizo. Aquí las ilusiones no humean. Brillan cada vez más. Cada vez disfruto más con toda esta aventura. Por muchas razones este verano sigue sonando a Billie Jean y a los Beatles. Por muchas razones seguimos soñando. Convirtiéndonos en peritos en lunas. Memorizando todo un curso fugaz de geometría.


IV Carrera del Esquileo
Torrecaballeros, 22 Agosto 2008

0:57:36 74 Javier Santamaria Arribas (753)
0:57:37 75 Miguel Calvo Anibarro (754)

Atenas en llamas

Fuego arrasando el Monte Penteli, entre Atenas y Maratón


Hoy tocaba llegar pronto al trabajo. Y hoy pensaba escribir sobre muchas cosas. Sobre la carrera del sábado. Sobre la semana doce, o la trece. De las nuevas andanzas de Forrest Gump, o quizás del cuaderno de viaje de Londres. De Perito en Lunas. De las ganas de ponerme las zapatillas. De la búsqueda del sueño.
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Pero las malas noticias llegaron anoche. Un fuego arrasa todo el noroeste de Atenas y llega a quince kilómetros de la capital. Internet en el móvil y enseguida todo se va confirmando. La zona arrasada es la que recorreremos en nuestra carrera.

El sueño se tiñe de negro, de ceniza y humo. Me cuesta mucho poder dormir imaginando las llamas que arrasan todo. Montes, bosques y musas. Hace un rato confirmo todo. El fuego de Atenas se inició en el monte Penteli, que separa Atenas de la planicie de Maratón, y sin control se ha extendido a ambas laderas del monte. Por un lado hacia la capital de Atenas. Por el otro lado a la ciudad de Maratón. Más de 12.000 hectareas arrasadas en un frente de más de cuarenta kilómetros. Y aún sigue sin control.

Estoy buscando imagenes satélite que muestren la zona afectada, pero mucho me temo que van a ser los cuarenta y dos kilómetros que vamos a recorrer en nuestra aventura.

Estoy triste. Muy triste. Cada llama, cada fuego, duele. Desconsuela. Desvela y arrebata el sueño de una noche de domingo. Igual que el fuego que arrasó hace poco Gredos. Todo un sinsentido. Una catástrofe.

Parece ser que nuestra carrera va a tener un invitado no imaginado. El paisaje calcinado. Negro. Un sueño no ya entre los montes de Ática buscando dioses y musas, sino entre montes arrasados viviendo el infierno de Dante.

Esperemos que pronto puedan controlar el incendio. Esperemos que pronto deje descansar a toda la gente que vive en la parte con mayor densidad de población de toda Atenas. Esperemos que pronto acabe la pesadilla.

Como los fieros espartanos en los que nos estamos convirtiendo, las llamaradas de fuego y la ceniza tampoco podrán con nosotros. Si tenemos que acudir desde las Termópilas para correr entre ceniza lo haremos. Si tenemos que correr por paisajes desolados lo haremos. Si nos toca cambiar paisajes arbolados por planicie lunar lo haremos. Nos dolerá. Lo sentiremos. Pero nada acabará con nuestra ilusión, con nuestro sueño.
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Maldito fuego.

viernes, 21 de agosto de 2009

Semanas 5 y 6....Y carrera a la vista!!!

Nadie dijo que fuera a ser fácil, nadie dijo que no iba a ser duro, nadie dijo que no tendríamos momentos de debilidad y nadie nos dijo que para la preparación teníamos que ser tan tan fuertes. Sobre todo psicológicamente, ya que por suerte y esperemos que siga así, la salud nos está acompañando. Porque estamos siendo fuertes y porque estoy seguro que también Miguel ha tenido sus momentos de debilidad y le ha costado en algún momento ponerse las zapatillas y salir a entrenar. Yo lo he sufrido, y es duro, pero como quiero conseguir un sueño me las calzo y me pongo a correr. He de reconocer que estos días me ha costado mas ir a entrenar a primera hora de la mañana, por suerte los entrenamientos por la tarde han ido bastante bien.



La quinta semana, de vuelta a Ávila dejando atrás tierras del norte, empezó con menos madrugón que los habituales y con un poquito de cansancio en las piernas debido a que llevaba casi una semana sin salir (ya sabéis, ese pez escorpión y un poquito de veguería), pero completé la hora de entrenamiento. Al día siguiente nuevo madrugón y las piernas ya funcionaban un poco mejor, otra hora completada y la moral recuperada. El viernes a media mañana terminaba la salidas "cortas" de la semana y para el domingo tenia el reto de subir el puerto del boqueron. Aproximadamente 19kms, unos 9 de subida. Los entrenamientos con compañía son mucho mas llevaderos que en solitario, y con Chapi mucho mas aun. No solo íbamos conversando y mas entretenidos, sino que además con su experiencia me iba ayudando a mejorar técnicamente a la hora de correr, todo un acierto el poder salir con él. Muy exijente tanto la subida como el ritmo marcado, logramos coronar a la hora y 22 minutos con un sprint final de unos 300 metros muy provechosos, después unos 4 kilómetros de bajada y relax, mas tiempo para aprender a recuperar. Termino la semana como una moral por las nubes y las piernas a tope.


La sexta semana, todavía inmersa en ella, ha sido 2 días con la salidas de una hora con la mentalidad puesta en la carrera del sábado. Hoy, para soltar un poco los músculos y no perder mucha rutina, unos 45 mins a ritmo suave y a priori todo preparado para ir a Torrecaballeros con una buena preparación.


Mañana son 12,3 kms, por caminos y senderos (ya explicado por Miguel en entrada anterior). Según hemos visto en la orografía de la carrera y experiencia de Chapi, tiene 2 subidas fuertes, una al principio de unos 3kms y otra final mas dura de poco mas de un kilómetro. Será una carrera un poco dura, además esperamos a las 19h una temperatura no inferior a los 29º grados.


Aun así, tengo muchas ganas de que llegue la carrera. Considero muy útiles este tipo de carreras puntualmente marcadas en nuestro calendario por tres motivos.
- El primero: sabiendo que tenemos una carrera cada cierto tiempo, los entrenamientos a pesar de hacerlos con el fin de la marathon, te motivan un poco mas sabiendo que tienes una carrera a corto plazo, marcan una pequeña escala en las largas 17 semanas.
- El segundo: con el ritmo de competición, totalmente distinto al de un entrenamiento, se consigue tener un entrenamiento mucho mas aceptable. Y esta carrera hace que el ultimo entrenamiento de la semana le hagas rodeado de corredores y ya sabemos que las carreras son mucho mas llevaderas que los entrenamientos.
- El tercero: el poder juntarnos con Miguel y Cristina en un día de carrera, poniéndonos al día, intercambiando opiniones, ultimando detalles del viaje, correr juntos....eso no tiene precio.


Por suerte y, espero que se mantenga, tanto el calendario de entrenamientos, como el de carreras podemos seguir completándolos. Estamos a solo 78 días de cumplir un sueño. El calendario avanza lentamente, deshoja poco a poco sus días sabiendo que no podremos volver a vivir los días que se van. Cada vez mas cerca y cada vez mas fuertes.


Suerte en la carrera y, una vez mas, gracias por seguir ahí. La próxima semana, la séptima de los entrenamientos, dejaremos constancia en este trocito de nuestra vida, la experiencia nuevamente vivida.

martes, 18 de agosto de 2009

De pastores, trashumantes y esquileos

Cañada Real Soriana Occidental (Segovia)
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"Las cañadas en tanto visiones lineales del camino nos muestran una gran riqueza de matices: ganaderos, históricos, geográficos, ecológicos, artísticos, antropológicos, sociológicos, viarios...”
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Pedro García Martín


Sábado 22 de Agosto. Los días pasan. El entrenamiento continúa. Y llega el momento de la primera competición en nuestra preparación hacia Atenas. 12,3 kilómetros campo a través por tierras segovianas. Corriendo por una Cañada Real, que esta vez no nos llevará simplemente a una ruta trashumante, sino que nos acercará un poquito más a nuestra particular batalla de Marathon. De perfil duro, según he podido leer, hoy os aburriré primero con nociones histórico-sociales. Perdón por adelantado por el rollo. Repasemos conceptos.

El pastoreo es una actividad consustancial al hombre, que trató de aprovechar la cabaña animal para su alimentación y su trabajo, convirtiendo a la carne en parte sustancial de su dieta y a la fuerza animal en motor de trabajo. Así, el pastor en movimiento está presente en nuestra historia desde los tiempos más remotos, y se trata no sólo de una actividad económica, sino de una concepción particular del espacio y el tiempo.

La trashumancia es una técnica ganadera que consiste en “el desplazamiento alternativo y periódico de los ganados entre dos regiones de clima diferente”. El principio, al igual que el de los movimientos migratorios de animales que se producen en la naturaleza sin la intervención humana, es aprovechar los pastos de dos zonas distantes entre sí que por razones geográficas y climáticas no permiten la presencia del ganado durante todo el año. En España la actividad ganadera trashumante ha tenido una notable significación entre los siglos XIII y XIX.

Las vías pecuarias vienen a nacer de manera consustancial a la marcha de los rebaños. El incremento de la cabaña ganadera y los condicionantes geográficos y climáticos de nuestro país hacen necesario el desplazamiento de los ganados que permita su alimentación estable a lo largo de todo el año, desde las sierras a los extremos en invierno para aprovechar las invernadas y de los extremos a las sierras en verano para aprovechar los agostaderos.

El sistema cañariego está constituido por una variada tipología de caminos pastoriles, en función de sus anchuras:

- Cañadas Reales: 90 varas castellanas (75 metros aprox.)
- Cordeles: 45 varas ( 47 m. aprox.)
- Veredas: 25 varas (20 m. aprox.)
- Coladas: de inferior anchura.

El sábado recorreremos una pequeña parte de la Cañada Real Soriana Occidental, una de las principales vías pecuarias de la red nacional. Discurre a lo largo de más de 840 km. por 7 provincias (La Rioja, Soria, Segovia, Ávila, Salamanca, Cáceres y Badajoz), y tenía como cometido llevar rebaños de merinas de extensos territorios serranos de Cameros y el norte de Soria a las dehesas de Extremadura una vez que los había recogido en múltiples coladas, con el propósito de garantizar pastos alternativos a los rigores invernales de las sierras del interior, en un movimiento conocido como “marcha a extremos”.

Nuestra carrera del sábado nos llevará por los ramales y cañada real Soriana-Occidental a su paso por Torrecaballeros, Tres Casas y Cabanillas.

A su paso por Torrecaballeros nos encontramos con edificios singulares relacionados con esta vía que aún permanecen en pie, destacando el Esquileo de Cabanillas en perfecto estado de conservación, el esquileo de Torrecaballeros hoy convertido en restaurante, así como el Rancho de la Marquesa y el Rancho Alfaro junto a la cañada. Desde el término de Torrecaballeros salen tres coladas, estas son las que unían La Aldehuela, Torrecaballeros y Cabanillas con la Cañada Real Soriana Occidental.

La Casa-Esquileo de Cabanillas del Monte, construida a finales del siglo XVIII, es la única casa de esquileo que se conserva intacta, de entre las muchas que hubo en el pasado en los territorios del Reino de Castilla. Y es precisamente el hecho ser la última de las casas-esquileo en pie lo que la ha convertido en monumento de interés cultural. En estas instalaciones, unión de palacetes rurales e instalaciones industriales, situadas a lo largo de las grandes cañadas reales, se realizaba la tarea de despojar de su vellón de lana a los rebaños de ganado merino trashumante, cuándo éstos alcanzaban la Meseta Norte en el mes de mayo, tras rebasar el Sistema Central, para luego dirigirse a los agostaderos de las sierras segovianas, sorianas y leonesas.
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Conservada a lo largo de más de doscientos cincuenta años por sus propietarios a través de generaciones sucesivas, la Casa-Esquileo guarda su antiguo y discreto encanto, siendo hoy en un lugar idóneo y singular para la celebración de todo tipo de eventos.

El sábado no tendremos que pararnos a contemplar el esquileo. Ni siquiera toparemos con ningún rebaño de ovejas conducidas por el pastor rumbo al invierno cálido del sur. Pero el camino volverá a marcarnos. El polvo y las piedras de la Cañada Real nos acercarán un poquito más a nuestro camino trashumante desde Avila-Madrid a Atenas. Pasando por Marathon.

(Fuente: La Cañada Real Soriana Occidental. Grupo de trabajo Trashumancia Viva. www.tierrasdelcid.es)

jueves, 13 de agosto de 2009

Catorce



Agosto ha vaciado la gran ciudad. Las calles desiertas, sin coches, sin peatones, sin comercios. Mientras, el calor castiga el asfalto y a los pocos que continúan trabajando mientras Agosto paraliza la vida y las vacaciones secuestran las rutinas. Para los que continuamos aquí todo sigue igual. Pero a otro ritmo.

Catorce. Del tres al nueve de Agosto. Catorce. Un número al que siempre he tenido un cariño especial. 14. Y los buenos augurios se cumplen. Hasta ahora ha sido la mejor semana. Cada día disfruto más. Disfruto mucho. Me encanta correr. Cada día que pasa me encuentro mejor y disfruto más. Y esta semana resulta muy especial.

La semana se reparte entre grandes celebraciones familiares repletas de gente y la soledad de correr grandes distancias aislado del mundo. Entre Madrid y Pajares. Desde Hawai a Castilla.

El lunes 60 minutitos suaves en el Retiro, centro oficial de operaciones. Miércoles de calor, mucho calor. Y además toca salir a correr a media tarde para salir luego a cenar a una terracita, que para eso es verano (la foto es a la sombra sobre las 20.00 horas ya de vuelta). Además es día de novedad. A partir de ahora voy a intentar seguir el planning a rajatabla y es el primer día que voy a hacer series (25´+ 5 cuestas de 2´+ 5 x 1´en bajada + 15´rec: bajar al trote 1´). Lugar elegido el Retiro. Cuesta elegida, la paralela a Alcalá, que es el último kilómetro de la Maratón de Madrid (algún día nos veremos). El entrenamiento resulta ser duro, pero disfruto como un enano. Subir y bajar. Subir a tope y volver a bajar. Cinco veces. Desafiando la pendiente y el calor. La gente debe de pensar que estoy loco. Es una experiencia genial. Y el entrenamiento no puede ser más gratificante.

De Madrid a Pajares, a pasar el fin de semana. Comienza a anochecer la tarde de viernes y no hay tiempo que perder. Bajamos del coche y al momento estoy en zapatillas. Otro día de novedad. De nuevo en el argot atlético: 25´+ 2 circuitos oberón + 15´. En castellano, hago la vuelta a España (un recorrido por caminos que de pequeños llamábamos así) viendo atardecer y entre el pinar de Adanero y Pajares debuto con Oberón. Además allí Cristina y Luna me esperan. La novedad vuelve a ser genial, y muy divertida. La noche cae y para relajar subo hasta la cruz del cerro. 15 minutos más en los que la claridad de la noche alumbra el camino de vuelta al pueblo.

Fin de semana de festejos. Así se hacen las cosas en mi familia. A lo grande. Cumpleaños de mi madre. 50 cumpleaños de mi tía Sol. Cena familiar. Desayuno tropical. Comida más familiar aún. Y Fiesta Hawaiana de Barbacoa, piscina, verbena y cachondeo hasta el amanecer del domingo. ¡Ole!. A lo grande. Agotador, pero a pesar de todo me encanta que mi familia sea así. Es genial. El Domingo para terminar nueva comida todos juntos.

Y para la tarde noche toca el postre. 95 minutos. Acercándonos a los veinte kilómetros. En Pajares hace frío. El camino aún tiene mucho barro de las lluvias de la tarde anterior. Por caminos hasta Blascosancho, luego a Adanero y vuelta a Pajares, para terminar subiendo y bajando a la cruz del cerro. Genial. Cada día me siento más maratoniano. Cada vez me siento más loco buscando un sueño. Corriendo por caminos entre girasoles y pequeños pinares. Solo. Aislado del mundo sin nadie en unos cuantos kilómetros a la redonda. Disfruto muchísimo. La soledad del corredor de fondo. Y eso que no me encuentro nunca solo, siempre corro con vosotros. Encima cada día me encuentro mejor y termino los entrenamientos como obligado, como si pudiese continuar mucho más tiempo.

La semana no ha podido ser mejor. Por suerte todo va lo mejor posible. Esperemos que no vuelvan a aparecer peces extraños. Y si es así seguiremos pudiendo con ellos. Esto no para, y nosotros no vamos a bajarnos en marcha. Ya pasó la semana catorce. Aún quedan trece.





miércoles, 12 de agosto de 2009

Reflexiones. La Distancia.


La distancia fluye entre el instante que separa la intimidad de un abrazo y el momento en el que la marea arrastra con su oleaje los recuerdos mar adentro. La distancia fluye entre el instante que separa correr en la gran ciudad y correr en solitario por caminos rodeado de la más inmensa soledad.
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(La Soledad del Corredor de fondo II)

martes, 11 de agosto de 2009

EL PEZ ESCORPIÓN


Se puede decir incluso que es hasta bonito el dichoso pez este, pero no le vi y si le veo desde luego que no me arrimo a el lo mas mínimo. El pobre iluso se pensaba que iba a despertarnos de nuestro sueño.....Nada lo conseguirá. Pues resulta que estábamos de cacería de cangrejos, que esos si que me atrevo a cogerles, cuando de repente ¡ZAS! siento un picotazo en la planta del pie.



Al principio pensé que había sido un cangrejo que me había pinchado con sus pinzas, pero poco a poco el dolor era mayor y no se pasaba. Al poco tiempo parte de la planta del pie la tenia inflamada y el dolor era mayor, incluso un cosquilleo me recorría la pierna. Mientras me dirigía al puesto de la cruz roja, lo primero que pensé fue en que haber si iba a tener que estar un tiempo sin correr, sin seguir con la preparación, sin seguir con el sueño. Por suerte me dijeron que no era nada y en cuanto me extrajeron el veneno, con el consiguiente picotazo en la planta del pie, el dolor empezó a desaparecer y el cosquilleo se fue de mi pierna.


Las picaduras por parte de los peces escorpión son una respuesta de defensa, normalmente por ser acorralados o molestados de cierta manera, siendo las espinas dorsales su arma predominante. Los peces escorpión pueden atacar a su adversario a una velocidad sorprendente considerando su apariencia hidrodinámica, y manejando la espina dorsal como diminutas lanzas delgadas. El mecanismo de la picadura es en realidad algo simple. Cada espina esta cubierta con una funda desde el pico hasta la base, la cual se comprime debajo de la espina dorsal cuando la espina se empuja a través de la carne de la víctima. Las glándulas venenosas se encuentran en la base de la espina, y sobre la compresión de la funda, son básicamente apretadas desde arriba y de esta manera liberan su producto. Entonces el veneno viaja a través de unos canales delgados en la espina y es entregado dentro de la herida creada por la espina. Mientras más duro es el ataque, más profunda es la herida, mas compresión, y más veneno inyectado. Por lo tanto, ataques ligeros pueden causar menos daños que los más severos. El veneno liberado es variable en toxicidad a través de los distintos tipos de peces escorpión. Sin embargo, en todas las especies el veneno producido comprende proteínas termolábiles que, como su nombre sugiere, son sensibles al calor.


En la mayoría de los casos, los efectos predominantes de una picadura no son más que dolor severo e hinchazón en el área alrededor de la picadura. Algunas víctimas han experimentado respuestas sistemáticas como nausea, mareos, músculos débiles, falta de respiración hipertensión, y dolor de cabeza causado por el veneno o como una reacción al nivel de dolor, o tal vez ambas, pero eso es todo


Así que todo se quedo en un susto y solo como medida de precaución, ya que sentía un pequeño dolor al apoyar el pie, y también todo sea dicho un poquito de vaguería por estar de vacaciones, los dos últimos días de la semana decidí no salir a correr. Pero creo que haber salido 6 de 8 días estando de vacaciones en la playa, no está nada mal.


La primera vez que salí, serían las 8.30 de la mañana, pensaba que iba a hacer mas fresquito que en Ávila, pero la humedad del Cantábrico es tremenda y pasé mucho mas calor que cuando salgo por aquí. Me gusta empezar a correr por sitios nuevos, sin saber lo que me voy a encontrar, sin saber nada de la orografía del terreno, me gusta ir un poco a la aventura. Pero una vez que le cojo el gustillo al recorrido no me gusta cambiarle, porque ya me se donde están las cuestas, las bajadas, donde está cada punto kilométrico y donde puedo tomarme un pequeño descanso y donde tengo que apretar mas. Y lo mejor de todo venia al final, ataviada con su uniforme de corredora cuando yo completaba mi entrenamiento, venia Mónica y realzábamos el suyo. Me avituallaba y empezábamos a preparar su sueño. Poco a poco va preparándose para realizarlo y verla con ganas me llena de alegría.


Estando de vacaciones hemos completado las semanas 3 y 4, yo llevo la cuenta para arriba mas que nada para llevar la contraria a Miguel jejeje, por lo que el primer mes de entrenamiento ha sido completado y creo que se puede decir que con éxito. De las 16 salidas programadas he tenido la suerte de completar 14, así que espero que este mes de entrenamiento que ha empezado esta semana pueda hacer al menos esas 14 salidas. En principio seguiré saliendo a primera hora de la mañana para entrenar, me gusta mucho la sensación de salir a esas horas y el bienestar con el que me quedo a lo largo del día.


En 10 días tenemos la siguiente carrera, considero muy importante ir haciendo este tipo de carreras poco a poco en nuestro calendario, ya que nos motiva un poco mas aún si cabe y nos tiene en alerta para no descuidar el entrenamiento.


Como dice Miguel, cada vez yo también me voy encontrando mejor, las piernas responden mejor, el cansancio es menor y como no, la ilusión mayor. Las orillas del Cantábrico, al igual que las que tu recorriste por el Mediterráneo, han puesto su granito de arena en nuestro objetivo. Seguro que muchas mas carreteras, mucho mas asfalto, muchos mas parques y jardines, muchos mas senderos contribuirán a completar granito a granito la montaña que vamos a escalar. Estoy deseando poder volver a correr contigo, codo con codo y pasar un día estupendo con nuestras fieles animadoras que como siempre digo se merecen todo y más.


Yo también pienso en el momento en el que entremos por el estadio Panathinaikos, y no solo se me pone la piel de gallina.....el cosquilleo por todo el cuerpo es tremendo, y la emoción me invade de arriba a abajo. Solo nos quedan 88 días para ello, espero que todo salga bien para poder completarlo. Gracias por seguir ahí.


PD: Me encanta abrir el blog y ver lo que escribe Miguel, los pedacitos de historia que cuenta y la sensatez con la que escribe.


viernes, 7 de agosto de 2009

Quince


Amanecer entre girasoles


Al final, cuestión de ritmo. Las piernas van tomando forma y la progresión continúa. Cada vez las sensaciones son mejores. Cada vez disfruto más preparando la gran aventura. Bajo un poquito el ritmo de entreno y la semana quince acaba pletórica de motivación e ilusión. Como siempre. Para esta semana toca el parque del Retiro y los caminos de Pajares. Eso sí, dados los excesos de la semana anterior y unas pequeñas molestias en el gemelo derecho, dejo las salidas en tres, y todo acompaña para terminar la semana pletórico. 60 minutitos en el Retiro a ese ritmo que piensas que podrías estar toda la vida corriendo. 86 minutos de rodaje también por el Retiro explorando nuevos caminos y para terminar, el sábado 55 minutos de ida y vuelta entre Pajares y más allá de Blascosancho. El sol comienza a calentar las tierras castellanas. Aquí las noches son bastantes más frescas, y la temperatura a las nueve de la mañana es ideal para correr. Atrás queda un rebaño de ovejas. Adelante uno de los interminables caminos por los que aquí se puede salir y desconectar del mundo. A los lados los girasoles, quienes testigos mudos también se desperezan. Esta semana he disfrutado mucho de los entrenamientos. Las molestias han desaparecido totalmente. Cada día se nota un poquito más las buenas sensaciones. Cada día se que no corro sólo. Javi, ahora a orillas del Cantábrico sigue acompañándome en cada zancada, que aunque estamos separados recorremos juntos el mismo camino. Y eso motiva. Igual que cuando corro y la cabeza se evade. Igual que cuando corro y la piel se me pone de gallina imaginando como será nuestra llegada al estadio olímpico. Esta semana he disfrutado mucho. Ya pasó la semana quince. Aún restan catorce.
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P.D. Próximo objetivo, sábado 22 de Agosto en Torrecaballeros (Segovia), IV Carrera del Esquileo. 12,3 kilómetros por caminos y Cañada Real.