Entramos en meta abrazados y con los brazos en alto, así es como nos sentimos, como los vencedores de la carrera. No importaba la gente que hubiera entrado ya, nadie nos habia ganado. Así es como nos sentimos al terminar. Despues de 21 kilometros de esfuerzo, los ultimos 97 metros, con nuestras feroces y fieles aficionadas animandonos y haciendonos fotos, los hicimos al sprint para terminar en el tiempo que nos habiamos propuesto y que desde mediados de la carrera preveiamos que ibamos a hacer.
Todo salio a perfeccion, el día no se podia presentar mejor, con una temperatura agradable, un sol resplandeciente y ni una molesta brisa que nos molestara. Nunca había corrido con tan multitud de gente, el ambiente era simplemente espectacular, las ganas por empezar a correr se palpaban en el ambiente de todos los corredores. Corredores de todas las edades, de ambos sexos, de cualquier peso o estatura e incluso con cualquier vestimenta de la mas variopinta, cualquiera que te pudieras imaginar ahi estaba dispuesto a participar en esta fiesta.
Las sensaciones antes de empezar no eran del todo buenas, seria por los nervios o por la hora temprana, pero no me encontraba del todo bien. Por suerte en los primeros kilometros se paso y a medida que avanzabamos todo se volvia a nuestro favor.
Los primeros minutos transcurrian con mucha tranquilidad y la marea de gente que corria por las calles de Madrid, hacían muy dificil avanzar a buen rimto. No fue hasta el kilometro 3-4 cuando mas o menos encontramos nuestro ritmo y empezamos a disfrutar de la experiencia que estabamos viviendo. Se notaba en nuestro animo, en la forma de correr, en los momentos de risa que tambien tuvimos, en recibir el animo de la gente, en ir viendo los momumentos de Madrid y los sitios que Miguel fue describiendo en el blog.
Mediada la carrera, ya con el cronometro de la mano, ibamos calculando el tiempo que llevabamos y la prevision de la llegada a meta. El ritmo era el adecuado e ibamos devorando los kilometros zancada a zancada, sabiamos que nada ni nadie nos iba a parar. A pesar de la mini-pajara de Miguel, sacó esas fuerzas que tiene de corredor y cumplimos con el objetivo.
La llegada al retiro fue fabulosa, con mucha gente en los ultimos metros del recorrido dandonos ese ultimo aliento, ese que nos hacia falta para terminar y reencontrandonos con nuestras chicas que nos animaron desde el minuto cero.
La sensacion al terminar no puede ser menos que estupenda y fabulosa. Al final tanto esfuerzo en los entrenamientos en solitario dieron su fruto.
Ya estamos deseando que llege la siguiente carrera para poder volver a disfrutar de esta inolvidable experiencia, y todo esto para la busqueda de un sueño, ese sueño que cada día está más cerca y que esperamos impacientes vivirlo, juntos por supueto.
El tiempo... El paso del tiempo...
Hace 5 años
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