Amanecer entre girasoles
Al final, cuestión de ritmo. Las piernas van tomando forma y la progresión continúa. Cada vez las sensaciones son mejores. Cada vez disfruto más preparando la gran aventura. Bajo un poquito el ritmo de entreno y la semana quince acaba pletórica de motivación e ilusión. Como siempre. Para esta semana toca el parque del Retiro y los caminos de Pajares. Eso sí, dados los excesos de la semana anterior y unas pequeñas molestias en el gemelo derecho, dejo las salidas en tres, y todo acompaña para terminar la semana pletórico. 60 minutitos en el Retiro a ese ritmo que piensas que podrías estar toda la vida corriendo. 86 minutos de rodaje también por el Retiro explorando nuevos caminos y para terminar, el sábado 55 minutos de ida y vuelta entre Pajares y más allá de Blascosancho. El sol comienza a calentar las tierras castellanas. Aquí las noches son bastantes más frescas, y la temperatura a las nueve de la mañana es ideal para correr. Atrás queda un rebaño de ovejas. Adelante uno de los interminables caminos por los que aquí se puede salir y desconectar del mundo. A los lados los girasoles, quienes testigos mudos también se desperezan. Esta semana he disfrutado mucho de los entrenamientos. Las molestias han desaparecido totalmente. Cada día se nota un poquito más las buenas sensaciones. Cada día se que no corro sólo. Javi, ahora a orillas del Cantábrico sigue acompañándome en cada zancada, que aunque estamos separados recorremos juntos el mismo camino. Y eso motiva. Igual que cuando corro y la cabeza se evade. Igual que cuando corro y la piel se me pone de gallina imaginando como será nuestra llegada al estadio olímpico. Esta semana he disfrutado mucho. Ya pasó la semana quince. Aún restan catorce.
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P.D. Próximo objetivo, sábado 22 de Agosto en Torrecaballeros (Segovia), IV Carrera del Esquileo. 12,3 kilómetros por caminos y Cañada Real.
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