Andar en pequeños círculos. Andar, andar, para después de todo, al cabo de mucho tiempo, volver al principio, dónde empezaron tantas cosas. Volver al sitio dónde empezó casi todo. Los primeros paseos en bicicleta, las primeras cabañas. La libertad, las primeras noches, los amigos, la pandilla, las fiestas. El lugar en el que los veranos disfrutaban la infancia y la adolescencia entre pinares y girasoles. Caminar, jugar, ver las estrellas, o simplemente reír. El sitio dónde empezó todo. Dónde descubrimos tantas cosas, incluidos a nosotros mismos. Dónde nos conocimos. Y es que casi todo lo primero pasaba siempre por aquí. El mejor sitio para parrilladas, guitarras en la noche y paseos persiguiendo la luna, protegiéndonos de las lluvias de estrellas. Aquí empezó todo.
Hoy por casualidad, quizás haya sido el destino, vuelvo aquí para empezar de nuevo. Volver. Volver. Volver para andar, correr, volver a sentir la libertad. Descubrir otra vez nuevas experiencias. Empezar el camino de nuevo. Sábado 11 de julio, el primer entrenamiento para la Maratón de Atenas no podía ser en otro sitio que en Pajares. En Pajares de Adaja.
Comienza el verdadero camino a Grecia.
(corriendo entre pinares)
Hoy por casualidad, quizás haya sido el destino, vuelvo aquí para empezar de nuevo. Volver. Volver. Volver para andar, correr, volver a sentir la libertad. Descubrir otra vez nuevas experiencias. Empezar el camino de nuevo. Sábado 11 de julio, el primer entrenamiento para la Maratón de Atenas no podía ser en otro sitio que en Pajares. En Pajares de Adaja.
Comienza el verdadero camino a Grecia.
(corriendo entre pinares)
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