A partir de unos orígenes aún muy primitivos, la música intenta salir desde una partitura dónde blancas, negras y corcheas se suceden y se enlazan, mientras el saxofón intenta moldear el aire en sonidos. Poco a poco, mis pies y mis dedos intentan aprender el ritmo, intentan acostumbrarse a la sucesión rítmica de las notas. Poco a poco. Desde cero a ritmos muy sencillos, que estamos aprendiendo, y el saxo y yo aún nos estamos conociendo.
Poco después toca dejar descansar al viento (y a los vecinos), y es el momento de ponerse las zapatillas. Aquí, hoy también toca lección de ritmo. Error de principiante. Poco a poco, que aquí también estamos aprendiendo a disfrazarnos de maratonianos, y aunque las presentaciones ya están lo suficientemente hechas, mis piernas y yo aún nos estamos conociendo en esta nueva faceta.
“El ritmo que hay que llevar entrenando es aquel que te permita decir: a este ritmo podría estar toda la eternidad corriendo", Javi dixit. Siempre nos quedará tu cordura y sensatez, amigo. Gracias por tantas lecciones.
Error de principiante. La semana pasada pude correr aproximadamente el planning previsto. Sólo a falta de un día que lo tuve que cambiar por trote muy lento y estiramientos. Las piernas no daban para más, y una semana después uno de mis gemelos sigue sobrecargado. Error de principiante. Quizás la poca cabeza de siempre, quizás esa maldita costumbre de que siempre tengo que estar demostrándome algo más. Total, pude acumular aproximadamente unos 51 kilómetros durante la semana (sólo 3 por debajo del planning), pero con un ritmo de 4´30 km. Resultado, a corto plazo la alegría de estar como una auténtica moto. A largo plazo, esto no vale para nada. Dolor de rodillas, y sobrecarga en el gemelo. Una semanita casi parado. Esto no puede ser.
De repente aparece Javi para recordar cosas básicas. Cuanta razón tienes, como siempre. Ayer primer entrenamiento de la semana 15. 60 minutos aprendiendo ritmo. El gemelo sigue molestando, pero a este ritmo si se puede acumular tanto kilometraje. Seguiré aprendiendo, buscando un ritmo correcto. De momento esta semana no se cuantas salidas voy a poder hacer. Hecho el mal ahora toca enmendarlo. Pero ahora es el momento de corregir las cosas básicas.
Mientras, en el Retiro, el sol de julio comienza a descansar envuelto en un cielo anaranjado. Detrás del estanque, decenas de tambores y timbales llevan al unísono un ritmo desenfrenado. A su música, en corro, baila un montón de gente. Ellos ya encontraron su ritmo. Yo vuelvo a casa buscando aún el mío.
Poco después toca dejar descansar al viento (y a los vecinos), y es el momento de ponerse las zapatillas. Aquí, hoy también toca lección de ritmo. Error de principiante. Poco a poco, que aquí también estamos aprendiendo a disfrazarnos de maratonianos, y aunque las presentaciones ya están lo suficientemente hechas, mis piernas y yo aún nos estamos conociendo en esta nueva faceta.
“El ritmo que hay que llevar entrenando es aquel que te permita decir: a este ritmo podría estar toda la eternidad corriendo", Javi dixit. Siempre nos quedará tu cordura y sensatez, amigo. Gracias por tantas lecciones.
Error de principiante. La semana pasada pude correr aproximadamente el planning previsto. Sólo a falta de un día que lo tuve que cambiar por trote muy lento y estiramientos. Las piernas no daban para más, y una semana después uno de mis gemelos sigue sobrecargado. Error de principiante. Quizás la poca cabeza de siempre, quizás esa maldita costumbre de que siempre tengo que estar demostrándome algo más. Total, pude acumular aproximadamente unos 51 kilómetros durante la semana (sólo 3 por debajo del planning), pero con un ritmo de 4´30 km. Resultado, a corto plazo la alegría de estar como una auténtica moto. A largo plazo, esto no vale para nada. Dolor de rodillas, y sobrecarga en el gemelo. Una semanita casi parado. Esto no puede ser.
De repente aparece Javi para recordar cosas básicas. Cuanta razón tienes, como siempre. Ayer primer entrenamiento de la semana 15. 60 minutos aprendiendo ritmo. El gemelo sigue molestando, pero a este ritmo si se puede acumular tanto kilometraje. Seguiré aprendiendo, buscando un ritmo correcto. De momento esta semana no se cuantas salidas voy a poder hacer. Hecho el mal ahora toca enmendarlo. Pero ahora es el momento de corregir las cosas básicas.
Mientras, en el Retiro, el sol de julio comienza a descansar envuelto en un cielo anaranjado. Detrás del estanque, decenas de tambores y timbales llevan al unísono un ritmo desenfrenado. A su música, en corro, baila un montón de gente. Ellos ya encontraron su ritmo. Yo vuelvo a casa buscando aún el mío.
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