martes, 16 de diciembre de 2008

Futuro (y el Oráculo de Delfos)


Mi nueva compañera


Futuro. Destino. Futuro. Según la concepción lineal del tiempo que tienen los seres humanos, el futuro es la porción de la línea temporal que todavía no ha sucedido; en otras palabras, es una conjetura que bien puede ser anticipada, predicha, especulada, postulada, teorizada y/o calculada a partir de datos en un instante de tiempo concreto. Futuro. Aquello por lo que los hombres desde la más remota antigüedad han luchado por averiguar, por predecir. Sobre la cinta que estos días llevo colocada en la rodilla una palabra permanece escrita: FUTURO.

Dentro de la cultura y religión griega, el oráculo es uno de sus aspectos más fundamentales. El oráculo es la respuesta dada por un dios a una pregunta personal, concerniente generalmente con el futuro. Siempre relacionado con un rito muy preciso, el oráculo solo será pronunciado por determinados dioses en lugares determinados, y a menudo necesitará de una interpretación.

Según la mitología griega, Zeus soltó dos águilas desde los extremos de la tierra, y ambas se cruzaron en Delfos, señalando el centro del mundo. Allí se situó una piedra denominada onfalos –el obligo del mundo- y simbolizando con ello el centro del universo. Según otra leyenda, Apolo, hijo de Zeus, mató en el lugar a una monstruosa serpiente llamada Pitón y asentó su oráculo en el lugar que ocupa el de Gea, utilizando a una sacerdotisa llamada Pitonisa, como médium para responder a los visitantes.

Construido en la ladera sur del monte Parnaso, emplazado en un agreste paraje del golfo de Corinto, en la Grecia central, Delfos muestra las ruinas de que en su día fue el oráculo más famoso del mundo. Peregrinos de toda Grecia y extranjero se acercaban al oráculo caminando desde Atenas o en barco en búsqueda de respuestas a sus preguntas. Su influencia fue tal, que no se decidían guerras sin los consejos de su pitonisa y adivina, e incluso algunos imperios se desplomaron por no escucharlo.

Dentro del recinto sagrado, cuyo centro era el templo dedicado al dios Apolo, se construyó un teatro y un estadio, además de un hipódromo, un gimnasio, y una serie de pequeños templos llamados tesoros y edificados para albergar las ofrendas con que los diferentes estados agradecían a Apolo las predicciones obtenidas. El estadio es el mejor conservado de Grecia y en él se celebraban los juegos píticos. Originalmente eran un concurso musical que se celebraba cada ocho años pero a partir del 582 a.C. se festejaron cada cuatro años y comprendían certámenes poéticos y dramáticos, así como carreras y ejercicios atléticos.

Detrás del santuario hay una vertiginosa pendiente que desciende hasta el barranco de Pleistos. El valle está cubierto por el que se constituye como el mayor olivar del mundo y se prolonga hasta el mismo golfo de Corinto.

En cualquier caso, en el monte Parnaso, allí dónde según la leyenda en sus fuentes se reunían algunas divinidades, diosas menores del canto, la poesía, llamadas musas junto con las ninfas de las fuentes, llamadas náyades, mientras Apolo tocaba la lira y las divinidades cantaban, descansa el oráculo de Delfos, el oráculo más importante de la antigüedad clásica. Allí donde los hombres acudían a averiguar que les depararía el destino.

Ahora somos nosotros los que elevamos nuestras dudas al oráculo. La pitonisa se purificará con un baño ritual y se vestirá de gala. Luego, se ubicará en lo más profundo del santuario, sobre un trípode de oro. Allí, respirará la exhalación sagrada -pneuma enthousiastikon- y sin duda alucinógena, que emana de una grieta del suelo. Entrará en trance y se transformará en la voz de Apolo.

Queremos respuestas. Ver si el destino nos tiene preparado el llegar victoriosos a Atenas. Hasta entonces cruzaremos los dedos, y confiaremos en mantener alejadas a las lesiones. Apolo a través del oráculo nos dará su veredicto.

Hasta entonces, premonitoriamente, sobre la cinta de la rodilla sigue grabada la palabra FUTURO.

P.D. Ayer 3 kilómetros y, toquemos madera, esperemos que esto siga para adelante.



Templo de Apolo en Delfos

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